15 victorias y un empate, 46 puntos sumados de 48 disputados, con el Atlético de Madrid a 9 puntos y el Real Madrid, a 13. El Barça de Tito Vilanova ha conseguido que prácticamente sea la propia Liga la que no se coma los turrones y a falta de meses y meses de campeonato, haya quedado prácticamente vista para sentencia. Difícil es imaginar que el equipo azulgrana pueda perder más de tres encuentros de aquí al final, en el caso del Atleti, y más de cuatro en el caso del Real. Más difícil aún es pensar que estos dos equipos lo vayan a ganar todo, con lo que las cuentas están más que claras.

El Atlético de Madrid fue un dignísimo rival durante 35 minutos, los que tardó Adriano en sacar a relucir ese misil que tiene en la pierna izquierda para meter al Barça en un choque que Falcao había puesto cuesta arriba. A  partir de aquí y del tanto de Busquets, paso al genio de los números, al Leo Messi de los récords. 90 goles lleva ya la criatura en el 2012, 25 de ellos en esta Liga que no ha llegado todavía al ecuador.

El partido no decepcionó. El Real Madrid acababa de claudicar cediendo dos puntos más, esta vez en su terreno ante el Espanyol. Con los focos apagados en el Bernabéu y el tercero en discordia borrado en el mapa, era la hora de que Barça y Atlético de Madrid decidieran qué futuro tenía el campeonato, si seguía vivo y peleado hasta que llegara la primavera o si antes de Navidad más de medio título ya era azulgrana.

Sin Villa y con Alexis
No sorprendió excesivamente la puesta en escena de ambos equipos. Que David Villa no es ahora mismo uno de los fijos de Tito Vilanova hace tiempo que es evidente pese a que se sigue discutiendo la presencia de Alexis en el 'once' e incluso de un Pedro que no acaba de ser el habitual. Pero Tito apuesta muchas veces por el desgaste que ambos producen en la defensa contraria para que sean otros los que brillen y no le está yendo mal con ese planteamiento.

Atrás, la relativa sorpresa podría ser la presencia de Adriano, pero es que el brasileño crece a medida que pasan los encuentros, juegue en la posición que juegue, y es hoy por hoy mucho más fiable que Dani Alves o Montoya en el lateral derecho, como así demostró con un excelente partido.

El Atlético de Madrid, por su parte, no tenía necesidad de cambiar demasiado de lo que habitualmente utiliza y que tan buen resultado le ha dado. Quizás la ausencia de Adrián era lo único destacable, pero tampoco era cuestión de ser un 'kamikaze' en el Camp Nou.

Aparece el 'Tigre'
Es el rojiblanco un conjunto aguerrido, serio, construido a imagen y semejanza de Simeone, su entrenador. Un equipo que sabe sufrir atrás y esperar los errores del contrario para acabar liquidándole gracias, sobre todo a Falcao, un delantero como pocos.

El 'Tigre' puede perdonar una vez, dos, pero dejarle tres oportunidades prácticamente seguidas es una temeridad. El Barça lo acabó pagando. Pese a tener el habitual control de la pelota, el conjunto azulgrana no encontraba la fórmula para superar el tupido y asfixiante muro que habían construido los rojiblancos, mientras que los de Simeone encontraban en su fútbol directo las opciones necesarias. La primera, a los 8 minutos, la cabeceó Falcao al palo. La segunda, producto de la picardía al sacar una falta rápido, se marchó a la izquierda de Valdés después de que el meta dejara sin prácticamente ángulo de remate al 'Tigre'. Se llevaban 23 minutos.

Pero el colombiano ya no falló en la tercera. A la media hora y tras una pérdida de balón de Leo Messi, sacó a relucir toda su potencia y velocidad, tan importante como su olfato de gol. Visto que antes no había podido definir ni con la cabeza ni con un disparo convencional, se inventó una vaselina que convirtió el tanto en una obra de arte. 0-1 y la Liga de momento en un pañuelo. Con esta acción, demostró además que no sólo es un rematador, como creían algunos, sino que sabe fabricarse las jugadas, apoyar a sus compañeros y pelear por el equipo.

El Barça no encontraba la fórmula. Apenas había dado un par de sustos con sendas faltas desde la frontal que Messi estrelló en la barrera, la primera, y envió desviada, la segunda. Los cambios de posición entre Pedro y Leo tampoco funcionaba, Xavi se econtraba ahogado, Iniesta topaba con un bosque de piernas cada vez que intentaba una de las suyas y Alexis estaba perdido en la banda izquierda.

Zambombazo de Adriano y empate
Como en otras ocasiones, tuvieron que ser otras líneas las que acudieran al rescate. Se llevaban 35 minutos y el Barça, pese a insistencia, no sólo no había tirado a puerto sino que tampoco había logrado romper el muro defensivo de los rojiblancos. Así que Adriano decidió probar desde prácticamente la esquina de su lado de la frontal y colocó el balón en la escuadra izquierda de Courtois con un bonito y a su vez preciso disparo. Golazo, el sexto del brasileño esta temporada y el quinto en Liga, lo que le convertía en el segundo máximo anotador azulgrana en el campeonato doméstico junto a Villa y Cesc.

Una vez más el plan B funcionaba. Donde no llegaban los delanteros lo hacían los defensas y, además, el Barça mostraba de nuevo otro de los matices que le diferencian un pelín del del año pasado: su efectividad de cara a puerta. Suple el menor aluvión de ocasiones con una contundencia enorme.

El 2-1 también fue prueba de todo ello. Después de que de nuevo los zagueros, Jordi Alba y Piqué, amagaran en un par de mini ocasiones, Sergio Busquets resolvió un embrollo a la salida de un córner con control, pausa que significó medio tanto, y disparo colocado a la escuadra izquierda de Courtois. Era el minuto 44 y el golpe fue duro para el Atlético.

La hora de Leo Messi
El último recurso de Diego Pablo Simeone por encauzar el encuentro también recibió un castigo inmediato. A los diez m¡nutos del segundo tiempo, dio entrada a Adrián por Mario Suárez, invitando a su equipo a estirarse e ir a por el Barça. Pero, cómo no, apareció Messi. Sólo un minuto después de la sustitución, el argentino, con uno de esos remates tan suyos desde la frontal, acudió a su cita habitual con el gol cuando se trata del Atleti.

Fue con un disparo con la potencia y colocación necesaria, de eso que tan fácil hace el argentino que parezcan pero que tanta dificultad entrañan. Su gol era el número 19 de su carrera al Atlético, el 11 en las últimas seis temporadas en los partidos disputados en el Camp Nou. En ninguno de estos seis se ha marchado de vacío.

A partir de aquí, el partido fue otro, con un Atlético descontrolado y un Barça mucho más suelto. Hasta el público se liberó de la tensión acumulada y comenzó a disfrutar de un fútbol mucho más vivo y espectacular de los suyos. Los seguidores miraron también hacia el banquillo y corearon el nombre de David Villa, que entró por Pedro en el minuto 78. Tres antes lo había hecho Thiago por Alexis.

"Mourinho quédate"
Coincidió casi con la entrada del 'Guaje' que Courtois salvara con el pie un remate de Iniesta tras bonita jugada colectiva. Del Atlético no había noticias y el Camp Nou se lo pasaba en grande cantando "nosotros te queremos, Mourinho quédate". Mientras tanto, Tito Vilanova se veía obligado a realizar el tercer cambio al notar Adriano una de sus habituales molestias musculares. Dejó su sitio a Dani Alves.

El hombre récord
Todavía no estaba todo visto. Esta temporada Messi no se conforma con marcar sólo uno, así que aprovechó un grave error de Godín, que intentó sacar de tacón un balón dentro del área, para marcar el cuarto del Barça y su segundo particular. Con esta 'diana', redondeaba números. Lleva 90 en el 2012, 34 esta temporada, 25 de ellos en Liga. Y son ya 20 los que le ha metido al Atlético, 12 en los últimos seis años. Brutal Leo y Brutal un Barça que más que virtual campeón de invierno es ya virtual campeón de Liga.