2-0. Un buen Atleti con ocho suplentes supera a un flojo R. Madrid. Raúl García y Giménez: goleadores.

El bombo de octavos de final de Copa dejó como bomba la última final de la Champions. Sin duda, el partido prometía y así lo entendió la afición atlética, que casi llenó el Calderón, incluidos los ubicados en el Fondo Sur, que este partido sí decidieron apoyar a su equipo ante su eterno rival en vez mantener la actitud pasiva e indolente de los últimos partidos. El ambiente del estadio colchonero volvió a ser mágico y empujó a los atléticos a una importante, que no definitiva, victoria parcial de la eliminatoria.

Por parte rojiblanca, saltaron al césped ocho no habituales, includo el "debutante" Fernando Torres, que aunque estuvo muy luchador, no tuvo suerte. Por parte de sus vecinos, faltaban Casillas y Cristiano. El inicio del partido fue trepidante por parte de los blancos, que se pudieron adelantar antes del primer minuto, pero Oblak, realizó una excelente parada a un buen cabezazo de Sergio Ramos. El equipo de Concha Espina, encerraba al equipo rojiblanco en su parcela, e incluso marcó un gol que fue anulado por fuera de juego de Bale. En la contra, Griezmann pudo marcar, pero su remate se estrelló en la cepa del poste de Keylor Navas. Pero el dominio inicial blanco, no suponía un problema para los del Cholo que poco a poco, se fueron sacudiendo el dominio del rival y llevando el partido a donde más les interesaba. A pesar de ello, no se crearon apenas más ocasiones, excepto una arrancada de Griezmann que Varane se encargó de desbaratar tras su error inicial. Así se llegó al descanso con el 0-0 inicial.

En la segunda mitad, el Atleti tomó el control a base de toques rápidos, anticipación, fuerza y agresividad. Fruto de ello consiguió adelantarse en el marcador tras un claro penalti de Sergio Ramos a Raúl García que el jugador navarro se encargó de transformar. El Madrid buscaba sus oportunidades a base de balones colgados y de tiros lejanos, que no creaban problemas a un solvente y seguro Oblak. La entrada de Cristiano Ronaldo, tampoco supuso un mayor peligro para la inédita y sólida defensa atlética, formada por Gámez, Godín, Gimenez y el jovencísimo Lucas (magnífico todo el partido). A falta de un cuarto de hora para el tiempo reglamentario, llegó el segundo gol, tras una córner que Giménez remató de cabeza tras un salto descomunal al fondo de las mallas de Keylor Navas. Este chico crece cada partido, hasta el punto de no estar echando de menos al gran Miranda. Con el 2-0 en el marcador, aumentó la fiesta y la síntonia en la grada, en la que todo el estadio animaba, sumaba y se aplaudía mutuamente con un comportamiento ejemplar, sin los clásicos insultos ni cánticos despectivos para el eterno rival. Así, sí somos todos Atleti. Y a pesar del empuje final de ambos equipos para acercar la eliminatoria más a sus intereses, el marcador no se movió y el 2-0 deja todo abierto para la que se prevee una gran batalla en el Santiago Bernabéu.

Ahora, tras esta importante victoria, toca volver a la Liga y preparar el partidazo del Domingo del Nou Camp, sin mucho más tiempo para celebrar esta tercera victoria consecutiva en la temporada contra el eterno rival madrileño. ¡¡¡GRACIAS CAMPEONES!!!