1-1. Tropiezo inoportuno que impide el asalto al liderato. El árbitro no pitó dos claros penaltis en el área sevillista.

A pesar del tropiezo, el Atleti hizo un buen primer tiempo teniendo en todo momento la iniciativa en el juego. Este dominio y control del partido le permitió adelantarse en el marcador y romper la sequía goleadora del guaje David Villa, tras un mal despeje de Berto, que el asturiano remató al fondo de las mallas.

En la segunda mitad, el Sevilla dio un paso adelante y busco el gol del empate, pero aunque consiguió tener el control de balón, en ningún momento consiguió crear claras ocasiones. Así, hasta que en un jugada sin peligro, Juanfran realizó un ingenuo penalti tras un agarrón en el área atlética que el árbitro se atrevió a pitar, de manera sorprendente pero justa sesenta y cuatro partidos de Liga después. El croata Rakitic, el mejor de los hisplalenses, se encargó de marcar el penalti y de llevar la intranquilidad a la grada. El árbitro tampoco ayudó, ya que dejo sin señar dos claros penaltis en el área sevillista. El Atleti lo intentó hasta el final, pero con más corazón que cabeza, y no logró romper la igualada en el marcador.

Oportunidad perdida de alcanzar el liderato tras el resbalón del Barcelona en el Ciutat de Valencia ante el Levante, y que permite que los vecinos blancos se ponga a un sólo punto tras los dos empates consecutivos de los líderes.