2-1. Una magnífica conexión entre Torres y Griezmann y un gran Oblak abren la puerta de la final.
Ambientazo de la grandes citas en el Allianz Arena, con más de 2.800 incondicionales hinchas colchoneros para ver en directo uno de los grandes partidos de Europa. Al final, tras una duelo intensísimo, dos penaltis parados por los porteros y tensión hasta el último segundo, el Atleti logró la gesta de meterse de nuevo en la final de Milán del día 28 de Mayo.
Durante el primer tiempo el Bayern fue mejor. Tuvo el control del partido con un juego fluido y rápido ante un Atleti bastante inseguro que se limitaba a defender con orden como es habitual. Fruto de su mayor dominio llegó el primer gol para los alemanes, pero no fue de jugada sino consecuencia de una falta al borde del área. Xavi Alonso disparó muy fuerte y el balón tocó en Giménez y batió a Oblak, que no pudo reaccionar a tiempo debido a la fuerza del golpeo del donostiarra. Y cuando la primera mitad llegaba a su tramo final, los alemanes pudieron aumentar su cuenta. Giménez agarró a un delantero dentro del área como ocurre en todos los partidos, pero el árbitró interpretó que el agarrón debía ser sancionado con penalti. Por suerte, Oblak realizó una gran parada como respuesta al lanzamiento de la pena máxima lanzada por Muller y despejó a córner el remate posterior. Por parte rojiblanca, apenas cabe destacar algún tiro lejano detenido sin problemas por Neur.
En la segunda parte el escenario cambió para los hoy azules del Cholo. Dieron un paso adelante e incrementaron la presión en todas las líneas. Y el signo de la eliminatoria también cambió de manera significativa en el minuto cincuenta y cinco. Fue tras una excelente combinación entre Griezmann y Torres, con pase en profundidad del de Fuenlabrada que el francés remató al fondo de las mallas de Neur con un excelente golpeo pegado a su palo izquierdo.
A partir de este gol, el partido entró en una etapa de mayor control atlético, mucho más seguro y convencido de sus posibilidades. Pero esta mayor seguridad se tornó en incertidumbre cuando los alemanes se volvieron a adelantar en el marcador con el 2-1. Fue en el minuto setenta y cinco cuando una pase de cabeza llegó a Levandowski, que remató con otro testarazo desde cerca al fondo de las mallas madrileñas. Quedaban quince minutos más el descuento con un Allianz Arena que rugía con la ventaja de su equipo. Pero tan sólo nueve minutos después, todo pudo dar otro nuevo giro. Una internada por el lateral del Niño fue cortada con una clara falta por parte de la defensa bávara. Pero a pesar de ser falta clara, sin duda fue fuera del área. El deficiente lanzamiento del penalti por parte de Torres "hizo justicia" y fue detenido por Neur. Tocaba seguir sufriendo. Y el resto del partido se hizo muy muy largo, incluidos los más de cinco minutos de descuento. Pero el pitido final desató la euforia del equipo y de la fiel hinchada colchonera desplazada a Múnich. Dos años después, de nuevo en la final.
A pesar de la derrota, el gol de Griezmann (y el golazo de Saúl en el Calderón) permiten cerrar el pase a la tercer final de la historia rojiblanca de la máxima competición de clubs de Europa. #GraciasJugadores. Estamos muy #OrgullososDeNuestrosJugadores y no olvidemos que #EuropaNosDebeUna. ¡¡¡VAMOS ATLETI!!! ¡¡¡ESTA VEZ, SÍ!!!