Una victoria muy cómoda, encarrilada en la primera media hora gracias a la vuelta del acierto rematador. Así,  el Atleti alivió ligeramente la crisis, aunque no la incertidumbre de los aficionados con respecto a la respuesta general del equipo y del su cuestionado entrenador. Ni siquiera el 3-1, con dos goles de Adrián López y uno de Domínguez , evitaron los gritos del público contra el técnico y la directiva en el tramo final del encuentro.

El Atleti, con novedades en la alineación, con la vuelta de Domínguez, Adrián y Mario Suárez, y la ausencia en la convocatoria de Reyes tras sus "cariñosas" palabras al míster en San Mamés. volvió a ser efectivo de cara al marcador,  pero no brillante en el juego.  Al Atleti le faltó fútbol, pero al menos puso empeño y más ganas que en las últimas citas. Aunque su juego fue tan previsible como en partidos recientes, enfrente, un flojo conjunto aragonés,  en ningún momento dio sensación de poder plantar cara al conjunto rojiblanco.

El primer gol llegó tras un pase medido del turco Arda Turan que Adrián remató con la cabeza de manera impecable. Un golazo que permitía tranquilizar las revueltas aguas del Calderón, cuya grada agotó su paciencia siete días antes en el partido contra el Mallorca. Courtois, que  solo fue inquietado por el portugués Helder Postiga en la primera mitad, desbarató su única ocasión tras un remate del portugués al que respondió el belga con una gran estirada. Los rojiblancos firmaron el 2-0 a la media hora, en su siguiente ocasión en el minuto 30. Fue en una acción a balón parado, con un buen centro pasado de Gabi, un pase de cabeza hacia el segundo palo del uruguayo Godín, que con la absoluta permisividad de la defensa maña, permitió que Domínguez, cabeceara a placer al fondo de las mallas contrarias.

De nada le sirvieron a Aguirre sus cambios de perfil ofensivo en el descanso, con las entradas de Lafita y del portugués cedido por el Atleti Micael, ni las exigencias de una claro resultado adverso. El Zaragoza nunca tuvo empuje para cuestionar la victoria del conjunto madrileño. Ni siquiera la relajación del equipo rojiblanco le permitió generar ocasiones en la portería del belga Courtois durante la segunda mitad. Así, mientras el estadio se entretenía en pedir la marcha de Gregorio Manzano, llegó el tercer gol tras una buena internada por la banda de Filipe Luis, que tras un pase de la muerte, puso en bandeja a Adrián un remate franco para que conseguiera su segundo gol de la noche. Poco después. el Zaragoza acortó distancias tras un cómodo remate de Helder Postiga, al que ningún defensor rojiblanco le opuso la menor oposición. Era el 3-1 que finiquitaba el partido y con el que se llegaba al final del encuentro.

Buen resultado pero no muy significativo, ya que enfrente, en ningún momento hubo rival.