2-4. El Atleti se aprovecha de las facilidades defensivas rayistas y de su efectividad al contragolpe.

Primer tiempo práctico del Atleti que aprovechó tres de sus cuatro ocasiones ante un Rayo flojo en defensa. El primer gol fue tras aprovechar un error en la salida del balón de la defensa rayista que Diego Costa robó y que que David Villa envío a las mallas de Rubén. Poco después, en un balón largo, Manquillo tropezó con el delantero del Rayo y provocó un innecesario pero justo penalti, que Courtios se encargó de parar a tiro de Jonathan Viera. Poco despúes, en una gran combinación entre Diego Costa y Sosa, Arda consiguió el segundo gol. Con esta ventaje en el marcador, el Atleti levantó el pie del acelerado y fruto de ello, el Rayo consiguió acercarse en el marcardor, en una jugada mal defendida en el área rojiblanca. Finalmente, tras una falta lanzada por Gabi, prolongada por el canterano atléitco cedido Saúl Ñiguez, fue aprovechada en el segundo palo por Arda de nuevo para volver a ampliar la ventaja rojiblanca.

En la segunda mitad, el Rayo dio un paso adelante creando más problemas a Courtois y a su defensa de los habituales. El portero belga, una vez más se mostró muy solvente resolviendo las ocasiones rayistas para evitar males mayores. Por su parte, el Atleti se dedicó sobre todo a contragolpear, hasta que en uno de estos contragolpes, tras una buena jugada de Filipe Luis por la banda, con un leve toque primero de Diego Costa y después de Saúl Ñiguez en propia meta, conseguía el 1-4. El Rayo no se dio por vencido, y gracias a su empuje acortó distancias en un buen remate de cabeza a las mallas rojiblancas, que suponía el 2-4 definitivo.

Buen resultado para el Atleti, pero en esta ocasión mostró menos intensidad en un su juego y menos contundencia defensiva. A pesar de esto, el resultado permite manterner la lucha con los dos grandes en lo alto de la tabla. Ahora, a cambiar el chip para la batalla copera de San Mamés.