0-0. Oblak evitó que el tropiezo fuera mayor con dos grandes paradas. Tras este nuevo partido sin recibir goles, se consigue llegar a cien en Liga en la era del Cholo.

El Calderón volvió a presentar un magnífico aspecto a pesar del clima adverso, guardó un emotivo "minuto de silencio" con aplausos para Cleber Santana y el resto de las víctimas del accidente del Chapecoense y agradeció al principio y al final del partido al entrenador rival, Quique Sánchez Flores, los dos títulos europeos conseguidos tras catorce años de sequía.

Tras el empate de los dos grandes en el Nou Camp y la derrota del Sevilla, era el día propicio para recortar distancias con los de arriba, pero al final un ordenado Espanyol se llevó un punto que hace mucho daño en estos momentos irregulares de la temporada.

El primer tiempo, de dominio rojiblanco pero sin ocasiones, apenas tuvo nada reseñable en la portería españolista, salvo un tiro lejano de Gabi detenido sin problemas por Diego López. Casi llegando al descanso, en el minuto cuarenta y dos, un rápido contragolpe blanquiazul con tiro de Gerard, se encontró con una gran parada de Oblak, como siempre muy bien colocado, para mantener la igualdad en el marcador.

En la segunda mitad, el esloveno volvió a repetir en otro contragolpe españolista en el minuto sesenta, con otra gran intervención en dos tiempos, primero con el pie y luego atajando el balón ante otro remate raso de los catalanes, esta vez del ex-rojiblanco Leo Baptistao. El Atleti dejaba pasar los minutos sin la intensidad ni las ideas necesarias para desarticular el perfecto entramado defensivo del Espanyol. La mejor ocasión llegó en el minuto sesenta y seis,  tras un fuerte remate desde lejos de Gabi al que Diego López respondió con un gran rechace, rematado después por Griezmann desde el lateral de la portería, que acabó con el balón paseándose por delante de la raya de gol sin encontrar rematador.  Poco después, un centro lateral llegó a Griezmann cerca del punto de penalti en clara situación de gol, pero su centrado remate, lo paró sin dificultades Diego López. En el tramo final del partido, el Atleti metió una marcha más pero ya era tarde y no consiguió abrir el excelente cerrojo montado por Quique.

Tras este tropiezo, toca pasar página e ir a cerrar la fase de grupos de la Champions de la mejor manera posible en Múnich, afortunadamente sin la necesidad de los puntos por haber hecho ya los deberes de manera ejemplar con una jornada de antelación, pero con el siempre interesante aliciente económico que ofrece la máxima competición continental.