0-1. El ambiente enrrarecido de la grada se trasladó al césped. El Villareal se aprovechó de esto.
Primer partido en el Calderón tras la reyerta ultra con final fatídico y tras la "expulsión" del Calderón del Frente Atlético como peña. Partido de alto riesgo con gran cantidad de policia en los alrededores y controles rigurosos para entrar al estadio, especialmente en el fondo sur. Todo esto hizo que el ambiente dentro del estadio fuera muy frío. El "Fondo Sur" decidió no animar hasta el minuto 82, coincidiendo con el año de su fundación. El resto del estadio animaba a arreones sin continuidad pero el "Fondo Sur" buscaba enrarecer todavía más el entorno, especialmente tras el gol del Villarreal. Sin duda, "Atleti somos todos" y no de manera dividida como se cantó desde la grada durante el partido.
El partido tuvo pocas ocasiones, especialmente en la primera mitad, donde la ocasión más peligrosa fue para el Atleti, tras un buen tiro de Tiago que rechazó Asenjo. En la porteria de Moya, destacar una jugada conflictiva en la que Gabi, rechazó con el codo un balón, que perfectamente pudiera haber sido señalizado con penalti, pero el árbitro no lo vio así.
En la segunda mitad, el ambiente seguía siendo raro, con pitidos mutuos entre la afición rojiblanca. El Villarreal tuvo las mejores ocasiones, la primera tras otro tiro lejano, que volvió a rozar el poste de la porteria de Moyá y otra buena ocaión tras un contragolpe, que Moyá repelió a ras de suelo con un buena salida. Por su parte, el Atleti, marcó un gol tras un mágica jugada de Arda de genio, que puso el balón en bandeja a Mandzukic, que de cabeza, remató a las mallas de Asenjo. Pero, el árbitro vio falta del croata al apoyarse en un defensa amarillo. Golazo injustamente anulado, que no subió al marcador. El delantero atlético, también tuvo una gran ocasión con un tiro desde el área pequeña que paró el ex-atlético Asenjo con una gran intervención. Y en el minuto 86, cuando el Atleti buscaba la victoria a la desesperada, llegón el mazazo, tras un balón perdido por Koke en el campo del Villarreal, que propició un rápido contragolpe de los castellonenses, que finalmente remató la delantera del submarino amarillo a las mallas atléticas. Fue el principio del fin. La afición se enzarzó en ese momento en una batalla de pitidos, que no vaticina nada bueno de cara al futuro de la grada del Calderón. El pitido final, supusó la primera derrota del Atleti en casa del año 2014, y un tropezón inesperado a las puertas del parón navideño.
Y repito por el bien del nuestro equipo: "Atleti somos todos".
